¿Por qué?
La creciente diversificación de titulaciones de ingeniería y la convergencia de títulos universitarios europeos derivada del Proceso de Bolonia, nos sitúan en un escenario profesional que por el momento es incierto y confuso. En un contexto como el descrito, cada vez es más importante hacer valer la formación, la experiencia y la especialización y el CAP es, como se ha demostrado en otros países, una herramienta clave para hacerlo.