Primera jornada COP25 en el Colegio: “Ingeniería ante el cambio climático”
Esta mañana se ha celebrado la jornada ‘Ingeniería antes el cambio climático’, organizada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en el marco de la celebración de la COP25 en Madrid. Cristina Gallach, Alta Comisionada para la Agenda 2030, y José Polimón, vicepresidente del Colegio y presidente del Comité Técnico de Agua, Energía y Cambio Climático del Colegio, han sido los encargados de inaugurar la sesión.
Cristina Gallach ha agradecido el papel fundamental que están jugando los ingenieros de Caminos en la lucha contra el cambio climático. “Habéis asumido la importante contribución que se deriva de vuestra profesión, en una situación en la que la palabra ‘sostenibilidad’ está en el centro de todo. La COP es la alineación y la forma de visibilizar nuestro compromiso”, ha manifestado. En su opinión, “es necesario asumir y verbalizar los retos con una agenda positiva. Estamos ante un marco de acción concreto que trasciende, consciente de las dificultades”.
La Alta Comisionada ha resaltado el trabajo realizado “en los últimos 18 meses para que todos avancemos en este marco y cada colectivo lo asuma como propio, con gran liderazgo por parte de las políticas públicas”. En este sentido, también ha manifestado que es necesario que la “sociedad contribuya, tanto el sector económico como los profesionales, con cuyas acciones determináis que nuestro entorno sea sostenible”. Cristina Gallach ha destacado la importancia de “contagiar de este espíritu a otros colectivos e involucrar a las nuevas generaciones, siempre en constante diálogo con las administraciones públicas”. “Las infraestructuras son para las personas y para el planeta. Por eso, no hay que olvidar la parte humanista de vuestra profesión. Seguid en esta posición de liderazgo junto con la Agenda 2030, porque hay voluntad de cambio y de hacer las cosas de manera diferente”, ha señalado.
Para concluir, ha comentado que “la COP25 será un punto de inflexión, porque lo que estamos transmitiendo es que si seguimos actuando como hasta ahora no vamos a llegar todos. Tenemos un compromiso con las nuevas generaciones: dejarles un planeta habitable”.
Por su parte, José Polimón ha dado lectura a un manifiesto firmado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Dicho escrito consta de tres puntos: compromiso, transición ecológica y procesos de mitigación y adaptación. En su intervención, ha señalado que los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos “estamos convencidos de que el cambio climático constituye el mayor y más grave desafío que la humanidad debe enfrentar y por ello, nos hemos sumado al objetivo de la Unión Europea de alcanzar la ‘neutralidad climática’ en el 2050, apoyamos firmemente la celebración de la COP25 y votamos para que los acuerdos que salgan de esta Cumbre sean asumidos por los países y sectores afectados, que somos todos”.
En este sentido, el Colegio de Ingenieros de Caminos ha presentado propuestas originales que se suman a las iniciativas de la Cumbre, y se ha ofrecido para llevar a cabo cualquier acción cooperativa con los organizadores del evento. Asimismo, el Colegio y los profesionales que lo integran, se ponen a su disposición y manifiestan su deseo de que el acuerdo que resulte de los debates y discusiones refuerce de manera eficaz la lucha contra el cambio climático, que es nuestro gran objetivo común.
En materia de transición ecológica, José Polimón, ha señalado que “el Colegio comparte la idea de la nueva presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, de aplicar un ‘enfoque integral’ a la cuestión del cambio climático, así como el anuncio de que propondrá la aprobación de una ley de Protección del Clima con el fin de movilizar inversiones por valor de un billón de euros en los próximos diez años”. “Nos sumamos, en definitiva, a la petición de que tenga lugar una transición ecológica socialmente justa, resiliente, sostenible y capaz de generar empleo. Entendemos que esta COP25 debe ser la punta de lanza de una acción climática transversal y permeable en todos los sectores económicos y sociales”, ha comentado.
Respecto a los procesos de mitigación y adaptación, estos “afectan a la ordenación del territorio, al urbanismo, a las obras públicas, a las infraestructuras y a los servicios que prestan. Los ingenieros de Caminos estamos dispuestos a desarrollar nuestra actividad de servicio público coordinadamente con las diferentes especialidades científico–tecnológicas necesarias para afrontar con éxito las actividades de adaptación y protección ante la crisis del clima en las ciudades, en la gestión del agua, en el sistema de transportes, en las costas, en el territorio, en la innovación tecnológica y en la gestión general de los recursos”.
A continuación, Íñigo Losada, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Cantabria (UC) y director de Investigación del Instituto de Hidráulica de Cantabria (IHCantabria), ha pronunciado una conferencia sobre la afección a las costas, según un informe del IPCC, en el que se analizan las implicaciones del cambio climático.
En él se observa que “el nivel del mar no aumenta de manera uniforme. Las contribuciones de la expansión térmica, de la dinámica oceánica y de la pérdida de hielo pueden generar desviaciones de un 30 % con respecto al nivel medio del mar global”. En este sentido, “hemos realizado proyecciones basadas en escenarios. Por eso, no podemos asociar una probabilidad concreta a diferentes situaciones, según cómo evoluciona la sociedad. Lo que hagamos en términos de mitigación del aumento del nivel medio del mar se notará a partir de la segunda mitad del siglo”.
Ante este estudio podemos tomar diferentes conclusiones: “no intervenir, establecer retrocesos planificados, mantener la línea de la costa o avanzar en la línea de la costa”. Para concluir, ha señalado que “todos los indicadores de cambio climático en el océano y la costa muestran una aceleración en las últimas décadas. El aumento del nivel medio del mar es el mayor factor de riesgo en zonas costeras, pero no el único (subsidencia, exposición, vulnerabilidad). También ha manifestado que “la mitigación es esencial para afrontar el reto del cambio climático, pero no suficiente para abordar los riesgos en la costa y la adaptación debería implementarse con estrategias flexibles, para ajustar la evolución en el tiempo de nuestro conocimiento y coyuntura (económica, social, tecnológica, ambiental, etc.)”
Por su parte, Davide Stronati, de la FMOI, ha leído la ‘Declaración de Emergencia Climática’, en la que aboga por seguir creando conciencias, entender el intercambio de conocimiento, crear una comunidad inclusiva de ingenieros, involucrando a todos los países y poner en valor la economía circular. Davide Stronati se ha mostrado preocupado por la cuestión de la emergencia climática y ha señalado que “la preocupación no es la misma en todo el mundo. Tenemos que compartir nuestra preocupación y hacer algo en todos los países del mundo”.
Y, seguidamente, Tomás Sancho, vicepresidente de la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil, se ha ocupado de la gestión de fenómenos extremos (sequías e inundaciones), presentando un informe de la World Engineers Convention, que se celebró en Melbourne. En su intervención, ha señalado que “la ingeniería es fundamental para la lucha contra estos fenómenos y que debemos permanecer alineados con los ODS”. También ha destacado la importancia del conocimiento de la tecnología y la innovación.
Tomás Sancho ha destacado la importancia de las lecciones aprendidas, como la importancia de la planificación, afrontando los riesgos de una manera planificada. También se ha referido a la necesidad de actuar sobre la exposición y vulnerabilidad, no solo sobre la disminución de la peligrosidad de los eventos. “La ingeniería juega un papel muy importante para predecir a tiempo el fenómeno natural, las áreas afectadas, los riesgos y daños potenciales, la definición de las actuaciones de adaptación, etc.”.
“El papel actual del ingeniero es ser cada vez más colaborativo, lo que favorece la especialización y ello puede llevar a perder parte del liderazgo ejercido por los antiguos ingenieros generalistas. Esta especialización hace que exista una elevada cualificación para el manejo de herramientas complejas en el estudio de los eventos extremos como los SGI para la gestión de sequías e inundaciones o los modelos matemáticos utilizados en los estudios de hidráulica y en el diseño de presas de laminación de crecidas o de otras infraestructuras”, ha manifestado.
En materia de economía circular en aguas urbanas, Fernando Morcillo, presidente de AEAS y miembro del CT Agua, Energía y Cambio Climático del Colegio, ha señalado que se trata de una de las claves para alcanzar la sostenibilidad, según el desarrollo de la COP25 en Madrid; “además, es un tema muy ligado al agua”. El abastecimiento y saneamiento del agua urbana es competencia municipal. Según datos de AEAS, en 2018 se suministraron 4.080 hm3, lo que supone el 15-18 % de del uso de agua en España. El sector representa el 0,65 % del PIB y el precio por persona y año ronda los 104 euros –7.566 millones de euros al año–. Con 27 000 empleo directos y 35 000 indirectos. El agua urbana supone el 0,434 % del total de emisiones de GEI a la atmósfera y de 30,08 kg CO2/año, lo que equivale a 15 litros de gasolina.
Hay cuatro grandes grupos dentro de la economía circular: reciclado y reutilización de materiales; producción, aprovechamiento y ahorro energético; valorización de subproductos como fangos y lodos; así como reutilización de agua: regeneración y suministro. “El sector de agua urbana contribuye decididamente a la economía circular, pero hay que cuidar lo existente y construir lo alternativo. Nosotros vamos a seguir trabajando con rigor, seriedad, profundidad, seguimiento para mostrar a la sociedad compromiso con estos objetivos”, ha concluido.
Javier Baztán, de Naturgy y miembro del CT Agua, Energía y Cambio Climático del Colegio, ha centrado su discurso en el almacenamiento de energía. “La adecuación del sistema energético español a las exigencias del cambio climático va a precisar unas inversiones y unos cambios tecnológicos de gran envergadura en los próximos lustros, lo que va a suponer una gran oportunidad para nuestros profesionales y empresa”, ha subrayado. El almacenamiento de energía en el sistema eléctrico español admite diversas soluciones y tecnologías: “A corto plazo, la solución más eficiente a gran escala es el almacenamiento hidráulico en centrales reversibles, mientras que, a menor nivel jerárquico, la tecnología con mayor potencial será la de almacenamiento electroquímico mediante sistemas de baterías y sales fundidas”.
Asimismo, “se deberá acompasar la disponibilidad de nuevo almacenamiento de energía mediante centrales reversibles con el rápido crecimiento de la producción fotovoltaica y eólica, para controlar los vertidos de energía eléctrica y como consecuencia de ello, la ineficiencia del sistema”. Pero, además, según palabras de Javier Baztán, “existe una gran incertidumbre sobre la rentabilidad de las inversiones necesarias en nuevas centrales de almacenamiento de energía, que está retrasando la toma de decisiones sobre los proyectos en estudios”. Así, sería necesario agilizar la tramitación administrativa de los nuevos proyectos; así como clarificar la remuneración del almacenamiento de energía.
Por su parte, Baldomero Navalón, miembro del CT Agua, Energía y Cambio Climático del Colegio, y Luis Irastorza, CEO de TECNOPEN y miembro del CT de Ciudades, Territorio y Cultura del Colegio, han valorado las aportaciones al PNIEC.
El plan realiza una electrificación de la economía del país y ofrece medidas sobre todos los sectores estratégicos: “Se calculan 236.000 millones de euros de inversión, de los que el 80 % provendrían del sector privado, una gran oportunidad para invertir en I+D+i, crear una industria local y empleo cualificado”, ha afirmado Baldomero Navalón. Además, ha señalado que “las medidas propuestas en el PNIEC afectarán a las actividades profesionales que desarrollan los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos”. Hay que tener en cuenta que la transformación del sistema eléctrico se centra en nuevas inversiones en generación renovable, pero también “hay que establecer interconexiones eléctricas internacionales, diseñar esquemas de apoyo retributivo al almacenamiento de energía, potenciar las redes, planificar el cierre progresivo de centrales nucleares y poner en marcha incentivos para la penetración del vehículo eléctrico y otras medidas sobre gestión activa de la demanda”.
Navalón ha realizado dos recomendaciones, primero en relación con la transformación del sistema eléctrico. “Se aconseja que el PNIEC incluya acciones necesarias en materia de redes y almacenamiento de energía a gran escala”. Por otro lado, en lo que se refiere a la descarbonización de los sectores difusos, y en particular el transporte y la edificación, se sugiere que “se profundice, en colaboración con los actores relevantes de cada sector, en el contenido de las medidas que conformarán el plan, su ritmo de adopción y las estrategias para llevarlas a cabo”.
Luis Irastorza, por su parte, ha completado este análisis desgranando las claves de la eficiencia energética en la edificación. “Es obvio que la edificación es uno de los sectores cuya descarbonización es necesaria y dentro del plazo objetivo (2050 para la UE)”, ha subrayado. En este ámbito, la principal dificultad de descarbonizar está en el parque edificado. Según sus palabras, “es necesario diseñar planes, programas y habilitar los fondos necesarios en este sentido”. Así, los principales instrumentos para descarbonizar son planes de vivienda, el marco regulatorio de la Edificación, ERESEE, autoconsumo eléctrico y PNIECC. Se ha referido a la metodología Level(s): “Hay que avanzar hacia una metodología más holísticas de la edificación, que incorpore criterios de ACV, agua, salud, adaptación al cambio climático, costes y análisis de riesgos.
Finalmente, se ha celebrado una mesa redonda sobre el PNIEC con los sectores implicados, bajo la moderación de César Lanza, de Tecnova Ingeniería y Sistemas y miembro del CT Agua, Energía y Cambio Climático del Colegio. Han intervenido María Moreno (SEOPAN); José Ignacio Martínez (AELEC); Fernando Morcillo (AEAS); Juan Antonio Gómez-Pintado (APCE); José Mª Quijano (CETM) y Fernando Argüello (FIDEX). César Lanza ha planteado a los intervinientes cuáles son los desafíos para las empresas, así como las oportunidades, pero también las dificultades y cautelas a tener en cuenta en cada sector.
José Ignacio Martínez ha afirmado que el PNIEC es muy exigente en términos de objetivos, ya que “son muy ambiciosos, pero para las eléctricas representa toda una oportunidad en la medida en la que los objetivos son factibles siempre que se pongan en marcha políticas adecuadas y se realicen a menor coste posible”. El plan es muy exigente en términos de costes, ya que prevé 240 000 millones de euros hasta 2030, por lo que hay que priorizar. La clave del PNIEC es la electrificación: se exige que el 74 % de la generación eléctrica provenga de fuentes renovables, que son un instrumento útil para reducir emisiones y gracias a su abaratamiento, será posible hacerlo a un menos coste. Pero la electrificación exige mediadas del lado de la demanda, con nuevos usos eléctricos como el vehículo eléctrico.
María Moreno ha apuntado a la claridad de los objetivos del Plan en reducción de emisiones, energías renovables y eficiencia, “con una serie de ejes de actuación, maximizando beneficios y oportunidades y minimizando costes”. Aunque en otros aspectos, el Plan requiere una mejora. “Es necesario identificar actuaciones concretas que resuelvan déficit inversor del sector, ya queda mucho por hacer. Las inversiones que nosotros planteamos las priorizamos por beneficio económico y social”, ha afirmado.
Juan Antonio Gómez-Pintado, en representación de los promotores de edificios, ha puesto el foco en la oportunidad que supone, ya que, al final, va a dar origen a un cambio de metodología que hacía falta. “En nuestro ámbito, encontramos dos vías de actuación: vivienda nueva, que cuenta con tecnología para la sostenibilidad, y, por otro lado, vivienda existente y cómo abordar las cantidades de vivienda de renovación”. Y es que la clave estará en la rehabilitación y regeneración del parque de viviendas: “Hay que empezar ya y bien organizados, pero no esperar. Aunque la gobernanza no es fácil, supone un gran reto”. Por este motivo, la oportunidad se genera en el cambio de modelo en el sector y las empresas participarán de ese cambio. “Pero no hay que lanzar campanas al vuelo, es necesario planificar, un sólido planes de gobernanza y dar herramientas desde Administración”.
Fernando Morcillo se ha referido a un sector ya electrificado por lo que el desafío tecnológico va en otras direcciones. “El PNIEC gusta porque hay planificación. Hemos vivido época donde las idas y venidas en materia de energía han sido brutales. El sector ha intentado hacer cosas, pero todo eran dificultades. En este sentido, la seguridad jurídica es vital”. Además, ha añadido otro elemento que quizá el PNIEC no recoge: la coordinación administrativa y la derivada de las entidades locales.
José Mª Quijano ha destacado que los desafíos son muchos, todos a favor de mejorar; y que oportunidades hay muchas, pero esto provoca confusión sobre qué es lo mejor y a qué nos podemos acoger”. Y ha añadido que “el papel lo aguanta todo, por lo que las cautelas deben ser necesarias para diferencias criterios políticos de las necesidades reales. Hay que poner fechas concretas y contar con sectores específicos”.
Fernando Argüello ha afirmado que el PNIECC es un plan “más de objetivos que de medidas, más de mitigación que adaptación”, un plan general del futuro de la economía española en los próximos años, por lo que “supone un desafío tremendo para toda la profesión y una oportunidad inmensa en todos los campos en los que trabajamos los ICCP”. También hay que ver las dificultades y las cautelas: “Desde las ingenierías planteamos algunas específicas: el lema de la COP25 señala que ya es momento de actuar que manifiesta que hay urgencia por actuar, pero no hay que confundir urgencia con prisas”. Para esto, “hay que jerarquizar actuaciones y se respeten los criterios técnicos”.